jueves, 7 de marzo de 2013

Escribir, como terapia


No sé si escribir sea una de las cosas que mejor sé hacer pero, sí es una de las cosas que más me gusta realizar, depende del tema a tratar, claro está. Tengo el hábito de escribir lo más importante de mi vida desde los 10 años y, creo ampliamente que es una de las mejores terapias existentes, debido a la enorme confianza que se le va tomando tanto a la pluma, como a una simple hoja de papel. Al inicio, podría presentarse cierta desconfianza, incluso miedo, de no saber cómo comenzar a escribir, cómo hacerlo o se ignoran las cosas que se pueden plasmar, pero conforme uno se va dando cuenta de la facilidad de apoyar la pluma en la hoja, de forma instantánea van saliendo las palabras.

        Algunas personas podrían llegar a pensar que escribir un “diario” puede ser infantil, pero lo cierto es que es estimulante. En él somos protagonista de nuestra propia historia, contamos todo lo que nos sucede al “otro yo”, podemos revivir una historia una y otra vez con tan sólo leerla de nuevo, con el pasar del tiempo nos damos cuenta, con todo lo escrito, de los cambios que sufrimos, además es un buen referente para aprender a no cometer algún error del pasado.

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